Siempre he admirado el coraje, tenacidad y amor de las mujeres, a lo largo de mi vida he conocido  muchas mujeres que inspiran y demuestran que no hay límites para cumplir retos y sueños. Tal es el caso de tres buzas que han mostrado que con perseverancia, valentía y profesionalismo han logrado motivar a más mujeres a adentrarse al mundo submarino; ya que en el pasado el buceo en general fue catalogado como una actividad que solo los hombres podían hacer... Si, el buceo.

 Ya sea con equipo abierto (hooka), semicerrado (SCUBA),  más de 30 mujeres (hijas, hermanas o esposas de pescadores ribereños) han inspirado y motivado a más mujeres a adentrarse a las profundidades del mar, por ahora conozco a más de 40 mujeres que tienen historias submarinas increíbles.

El 16 de julio se celebra en todo el mundo el “Día internacional de la Mujer Buceadora”; esta fecha es muy importante porque conmemora todo lo que conlleva ser mujer y mejor aún, buceadora. Este año COBI  abrió una convocatoria para que tres buzas comunitarias formaran parte de una expedición que celebrara junto con otras mujeres que bucean, la gran labor que realizan dentro de sus comunidades.

Durante el proceso de selección se recibieron bastantes aplicaciones, por lo que la elección de las participantes en la expedición de Kino el Guardián fue bastante complicada, pues al final solo tres mujeres podrían participar.

Claudia Talamantes, Lizbeth Tamayo y Mitzy Leal fueron las buzas que ganaron un pase a esta asombrosa experiencia, a lo largo de los años han demostrado ser fuente de inspiración y han demostrado liderazgo dentro de sus comunidades. Increíblemente cada una de ellas formó parte de esas mujeres intrépidas que se aventuraron a la primera generación de buzas dentro de sus comunidades: Claudia en Ligui BCS, Lizbeth en la isla Cozumel Quintana Roo y Mitzy en la isla Natividad BCS.

Las tres comenzaron con esta nueva aventura desde el momento en que empezaron a completar su aplicación y al final fueron notificadas como seleccionadas. Cada una de ellas vivió la experiencia de manera diferente, ya que se organizaron para dejar todo listo en su trabajo y poder tener tiempo para esta actividad, platicar con su familia para contar con su apoyo y conseguir equipo de buceo adecuado para la expedición; al final compartieron el  gusto y alegría de esta parte previa a la expedición.

Al salir cada una de sus comunidades viajaron miles de kilómetros (de 900 km a 4,200 km)  para llegar todas a Puerto Peñasco, Sonora, por lo que tuvieron que subirse en una lancha, Ferry,  autobús, automóvil o avión y así llegar en la fecha indicada: 19 de agosto.

Llegando a Puerto Peñasco se reunieron con el resto de las buzas y tripulación de Kino el Guardián, donde tuvieron la oportunidad y reto de convivir con buzas extranjeras (todas hablaban inglés) durante los buceos y expedición.

Durante la expedición bucearon en 18 sitios a lo largo del mar de Cortez, experimentando nuevas sensaciones y experiencias como lo fueron el buceo nocturno, buceo profundo, buceo con Nitrox, buceo con corriente y buceo desde un liveaboard. En repetidas ocasiones convivieron con fauna y condiciones que nunca imaginaron, logrando vencer miedos y llenándose de mucha alegría durante cada buceo.

A lo largo del viaje las buzas formaron un lazo de amistad y compañerismo que las caracteriza, el cual sirvió para que pudieran atreverse a hacer cosas inimaginables como bucear en una colonia reproductiva de lobos marinos Zaluphus californiensis y bucear en la noche.

 Afortunadamente en el viaje nunca se perdieron los ánimos ni la alegría de formar parte de esta experiencia y al sonar la campana (llamado para bucear) siempre Claudia, Mitzy y Liz estaban listas para escuchar atentas las indicaciones del sitio de buceo.

Esta expedición sirvió como reconocimiento a esta gran labor que han llevado inconscientemente en sus comunidades, ya que a través de los años tanto Clau, Liz y Mitzy han participado en muchos proyectos y expediciones de buceo logrando inspirar y motivar a más mujeres, a ponerse nuevos retos y cumplir sus metas y sueños. Todas las experiencias y vivencias presentadas al resto de las buzas de la expedición  causo el asombro y admiración del resto de las buzas.

Al final de la expedición todas se fueron con mucha energía y alegría, todas sus experiencias y vivencias del viaje fueron compartidas por diferentes vías (redes sociales, pláticas comunitarias y llamadas telefónicas) las cuales causaron bastante aceptación y admiración por sus seguidores y familiares.  Por lo que estoy seguro que nuestras súper mujeres seguirán con el propósito de seguir inspirando y demostrando a más mujeres y hombres que podemos alcanzar esos retos que parecen tan difíciles de cumplir o por aceptar por otras personas.